El arrepentimiento de un ladrón
De vuelta al presente, los ojos de Steve brillaban con lágrimas. “Nunca imaginé el peso que tendría este anillo”

, admitió, con la voz entrecortada por la emoción. “No se trataba sólo del dinero o de impresionar a Melissa.
Se convirtió en una cadena, un recordatorio constante del mal que había hecho”. Bajó la mirada, abrumado por la magnitud de sus actos y sus repercusiones.