Una confesión veraz
Respirando hondo, Steve habló por fin: “No me lo creí. I… Lo cogí”. Sus ojos se encontraron con los de Melissa, llenos de una mezcla de arrepentimiento y desesperación.

“Fue un error, un momento de locura. Pensé que te impresionaría, que te demostraría lo mucho que me importabas”.
Bajó la mirada, esperando su reacción.