Vale mucho dinero
A Melissa esto le pilló un poco desprevenida, pero respondió: “Uhmm, sí, ¡claro! Por qué no”. Pensó que probablemente no era tan raro que los joyeros pidieran una segunda opinión en estas situaciones, ¡y pensó que él seguramente no lo haría si no pensara que el anillo valía mucho dinero!
